lunes, 4 de enero de 2016

Una experiencia inolvidable

Hola a todos, ¿Qué tal van las navidades? Espero que súper bien.

Como muchos de vosotros sabréis algunos alumnos de segundo y tercero de la ESO, el pasado 17 de diciembre partimos rumbo hacia Andorra, un país lleno de turistas, sobre todo, amantes del esquí.
Esa excursión lleva varios años haciéndose en el instituto IES Antonio Machado, y que ahora se han apuntado algunos otros centros sorianos.

La salida consistía en lo siguiente: excursión a Andorra durante los días 17-22. Clases por la mañana de 10:00-12:00 con un monitor. Tiempo libre para esquiar de 12:00-13:00, comida en el restaurante de las pistas de 13:15-finalizar de comer. Luego otro rato de tiempo libre, desde la finalización de la comida hasta las  4:15
Hotel en el que nos alojamos: Hotel Panorama ☆☆☆☆


Bien, después de esta poca información, por si era de interés os voy a hablar de mi experiencia.


MIÉRCOLES 16: muchos de vosotros pensaréis, ¿Pero no se iba el 17? Aquí está vuestra respuesta: si, partimos de aquí el jueves 17 pero todo empieza mucho antes, de hecho, una semana antes ya empezaron esos nervios y esas ganas de que llegaré el día. Pero cuando empecé a creerme que realmente me iba y no era un sueño no nada de eso, fue el miércoles, cuando me puse a hacer la maleta. No quería que se me olvidaré nada así que tras hacerla la repase varias veces antes de cerrarla. Cuando llegó  la hora de la cena ya sí que no podía estar, apenas cené ya que no tenía apetito. (Algunos pensaréis: pero si no es para tanto. Para mi está excursión la llevaba esperando desde que volvió mi hermana de esta misma excursión el año pasado y nos contó todo lo que había hecho y lo bien que se lo paso. A demás yo soy una de esas personas que se ponen nerviosas y como poca cosa). Yo ya sabía que esa noche no iba a dormir mucho, así que para conciliar un poco el sueño me puse con la tablet a ver vídeos relajantes, no sé si funcionarían el caso es que me costó pero acabe durmiendome. No sé si a vosotros también os pasará pero yo cuando estoy nerviosa me despierto cinco mil veces (exagerando) y cada poco tiempo. Pues esa noche igual. 

JUEVES 17: Llegó el día, ese en el que en la cuenta atrás de la agenda ponía un creo bien grande y en rojo. Nos obligaron a ir al instituto las primeras horas, hasta las 12 de la mañana y a la 1 del mediodía teníamos que estar en los Pajaritos con las maletas y las ganas suficientes para afrontar esas 6 horas que nos esperaban de viaje. Hicimos fotos a todo desde el autobús y paramos a comer a las 15:30 o así y luego seguimos con el viaje. La verdad es que no se me hizo muy largo porque con la ilusión y ganas que tenía y la buena compañía del bus se me pasó volando. Cuando llegamos allí (a las 8:10 aproximadamente), wow era impresionante, todo iluminado, con muchísimos árboles y luces de Navidad… en fin todo deprendía espíritu navideño.  Fuimos al hotel, rápidamente nos dijeron nuestras respectivas habitaciones y dejamos las maletas en estas, y volvimos a coger el autobús para ir a la tienda donde alquilamos el material, a recoger esquíes, cascos, botas y palos. Luego ya cenamos y nos fuimos a la cama. Esta primera noche fue un poco revolución ya que en frente de nuestra habitación había unos chavales que era su última noche y montaron una fiesta con música a tope y no nos pusimos dormir hasta las 2 de la mañana. 

VIERNES 18: El día anterior nos habían dicho que a las 7:15 había que estar en el hotel para desayunar, mis compañeras de habitación y yo decidimos ponernos la alarma a las 6:50 para que nos diese tiempo de sobra, me levanté con mucha ilusión y ganas, nos vestimos rápidamente y me hice dos trenzas en el pelo, tras esto Rosa una de mis compis me pidió que se las hiciera ya que es lo más cómodo y no te molesta el casco. Luego bajamos a desayunar y después volvimos a subir a la habitación a por cascos y abrigos. Con emoción monté en el autobús y subimos hasta las pistas (unos 30 minutos), ya allí nos organizaron los profesores y sacamos el material y nos repartieron nuestros respectivos petos de reconocimiento. 
Nos hicieron varios grupos: 2 grupos de los que no sabíamos esquiar y otros 2 grupos de los que sí que sabían. Conocimos a nuestros profesores (en el grupo que iba yo nos tocó uno que se llamaba Nicolay) y (a mi grupo) nos dijeron las partes de lo que es el esquí y nos enseñaron a ponérnoslo y a avanzar, girar y frenar, todo esto en “cuña” (forma de esquiar en la que está la cola más abierta que las puntas). Ese día hacia 20°C en las pistas, la nieve como agua churri y todos pasando un calor de muerte, cuando acabaron las clases nos dejaron tiempo libre en este sólo me tiré por la verde. Luego comimos y de nuevo tiempo libre, aquí ya me fui con los que sí que sabían esquiar y me tiré por azules oscuras. A pesar de ser el primer día sólo me caí una vez. Llegada la hora recogimos todo, montamos en el bus y fuimos al hotel, aquí ya nos duchamos y nos fuimos a la calle a dar una vuelta, luego cenamos y nos dejaron tiempo libre por el hotel hasta las 11 de la noche, que nos fuimos a dormir. 

SÁBADO 19: De aquí en adelante los días son iguales, así que os voy a contar las pequeñas diferencias. No hacía tanto calor en las pistas a las que accedimos en teleférico, en las clases ya nos bajamos por alguna pista y en el tiempo libre, conocimos pistas nuevas. Todo lo demás es igual. 

DOMINGO 20: Cuando llegamos al hotel ya después de esquiar no nos duchamos, en este hotel había piscina y jacuzzi y a nuestro instituto nos dieron hora de 6 – 7 así que fuimos directamente ahí, después de esto ya nos duchamos y nos sobró tiempo para dar una pequeña vuelta por las calles de Andorra. 

LUNES 21: Todo igual sólo que cuando llegamos al hotel teníamos media hora para hacer la maleta (dejarla a medias) y prepararnos para el balneario,  Caldea. Fuimos andando y ya antes de entrar, sólo la fachada me pareció impresionante, súper original. Entramos y nos explicaron las normas e instrucciones, y tras pasar por los vestuarios…. ¡A dentro! Nos adentramos a las maravillas de un gran espacio de relax. A mí me pareció muy bonito y me lo pase súper bien. Lo más gracioso de esa tarde fue lo siguiente: había un espacio compuesto por dos piscinas, una a 38°C (en la que había que estar 5/10 min) y otra a 14°C (en la que había que estar 1 min si aguantábamos) pues las chicas de tercero nos propusimos : la que más aguante en el agua fría de lleva 2 trozos de Toblerone  (ni siquiera sabíamos quién lo iba a poner), entramos todas unas metieron sólo los pies otras hasta la cintura, etc. Tres compañeras y yo nos metimos enteras y nos quedamos asta del cuello a ver quién salía y quien quedaba la última, tras unos 5 ya no sentíamos nada (al menos yo) pero ninguna estábamos dispuestas a salir y perder dos trozos de Toblerone que ni siquiera sabíamos quien los iba a poner. A los diez minutos dentro del agua, que yo ya no notaba el frío el chico que dirigía esa sección vino y nos dijo que teníamos que salir ya que nos iba a dar algo, además de que tenía que entrar más gente. 
Cuando volvimos al hotel, yo pensaba “se suponía que Caldea nos iba a dejar como nuevos” pero llegué más cansada de lo que estaba así que cenamos y caímos rendidos. 

MARTES 22: El último día. Este sólo tuvimos las 2 horas de clase para esquiar, es decir, no nos dejaron tiempo libre. Cuando terminamos la clase recogimos esquíes, botas, palos y cascos, y luego ya comimos en el restaurante de las pistas, nos montamos en el bus, donde previamente habíamos dejado todo el material y fuimos al hotel, cogimos las maletas, nos quitamos los pantalones de esquí, fuimos a la tienda del alquiler, y ya emprendimos rumbo. Destino, Soria. Esta vez sí que me dormí media hora o así, luego me puse a hablar con los del bus y llegamos a la frontera, paramos a merendar 40 minutos en la misma área de servicio que en el viaje de ida y de ahí a Soria. Ya cuando llegamos, una agradable bienvenida por los padres dio fin a este viaje.

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